La crianza de los vinos Rioja se efectúa en bodegas inscritas en el Registro de Bodegas de Crianza. Durante al menos dos años naturales, se someterán a un envejecimiento denominado mixto, realizado en barrica de roble de 225 litros de capacidad y en botella.
Sólo los vinos de añadas concretas, con una armonía en sus características organolépticas y una riqueza aromática destacadas, podrán utilizar las indicaciones de Reserva y de Gran Reserva. El proceso de envejecimiento deberá, además, ajustarse a las siguientes normas:
Vinos tintos:
Desde la vendimia hasta su comercialización han transcurrido al menos dos años, con un envejecimiento en barrica de roble de un año como mínimo
Vinos blancos y rosados:
Desde la vendimia hasta su comercialización han transcurrido al menos dos años, con una duración mínima de crianza en barrica de roble de 6 meses.
Vinos tintos:
Envejecimiento en barrica de roble y botella durante un periodo total de 3 años como mínimo y una duración mínima de crianza en barrica de roble de un año.
Vinos blancos y rosados:
Envejecimiento en barrica de roble y botella durante un periodo total de dos años como mínimo y una duración mínima de crianza en barrica de roble de 6 meses.
Vinos tintos:
Envejecimiento de dos años como mínimo en barrica de roble, seguida y completada por un envejecimiento en botella de tres años como mínimo.
Vinos blancos y rosados:
Envejecimiento en barrica de roble y botella durante un periodo total de cuatro años como mínimo, con una duración mínima de envejecimiento en barrica de roble de 6 meses.